2014: Ángel Valiente se encierra en casa con un par de sintes y una guitarra y de ahí nace “Plantas de Interior”, el debut de Karen Koltrane.
2020: La humanidad casi al completo se encierra en casa y de ahí nace “Movimiento”, el nuevo trabajo de Karen Koltrane.
La historia siempre se repite, pero con matices. El hábitat natural más propicio para que crezcan las canciones de este proyecto ahora afincado en Barcelona tras pasar por Berlín y Oslo vuelve a ser bajo techo, con la luz natural alumbrando solo a ratos y los pedales pisados con pantuflas, pero la frontera entre lo concreto y lo general se ha difuminado seis años después: uno ya no sabe si las letras de Karen Koltrane explican a su autor o en realidad nos explican un poco a todos. Costumbrismo y existencialismo se dan la mano en los seis cortes de “Movimiento” porque, a estas alturas de la partida, aquí los miedos ya son compartidos. “¿Será este el fin de la humanidad?”, se pregunta Valiente en “Fin de Siglo” con una templanza sorprendente. ¿Será que él ya ha estado allí?
No es el único interrogante inquietante que queda suspendido en el aire entre capas y capas de sintetizadores en este regreso, pero al mismo tiempo también aflora una certeza cuando “Inteligencia Vegetal” echa el cierre: de esta coyuntura en la que todo parece accidental ha emergido un trabajo de madurez donde el synth-pop casero de Karen Koltrane ha mutado en cósmico. “Movimiento” se expande en todas direcciones hasta sobrevolar por encima de sus dos predecesores. (Víctor Trapero)